lunes, 15 de diciembre de 2008

El dia que no debí ir al cine...



¡Chin!, una vez más, salgo del cine con ganas de matarme por haberme gastado una buena "lana", por el hecho de ir a ver lo que creí sería una buena película de ficción y tan solo resultó un fiasco más.

Recuerdo que en algún tiempo fuí asiduo visitante de las salas cinematográficas de este país, pero poco a poco la calidad el cine comercial me fue decepcionando, y me alejé de las salas porque la verdad no se ha hecho nada decente en los últimos años, en cuanto a cine de ficción se refiere (hablando de cine comercial). Creo que lo último que realmente me gustó, fue Matrix de los hermanos Wachowsky. Ni siquiera las precuelas de Star Wars estuvieron a la altura de un clásico contemporáneo.

Pareciera que últimamente las grandes productoras se preocupan por ver quien hace los mejores efectos especiales y se olvidan de buscar una buena historia, llevando al cine bodrios como el que vi el pasado domingo.

Por alguna razón, ese día decidí ir al cine, pues después de casi un año proyectan en este país la última película de Woody Allen, la de "Vicky, Cristina, Barcelona" y esperaba poder verla, ya que he escuchado buenos comentarios de ella. Por desgracia, acababa de empezar y faltaba como hora y media para la siguiente función. De pronto, entre los carteles veo la cara de Keanu Reeves anunciando la película de "El día que la tierra se detuvo", y recordé que había visto el "trailer" de la película en TV; no faltaba mucho para que comenzara, así que me pareció buena idea entrar a verla. ¡Tremendo error!.

Esta película es un "remake" de otra del mismo nombre "The day the earth stood still" (su nombre en inglés) realizada en 1951 y dirigida por Robert Wise. El mérito de la primera película es que se da bajo un clima de miedo nuclear, hay que recordar que eran los primeros años de la guerra fría. De igual manera había un miedo a una invasión por extraterrestres, ya que también por esos años, se dieron avistamientos masivos de OVNIS en todo el mundo. Así que la película se basa en esa atmósfera de miedo, mandando un mensaje a los seres humanos, de que se tienen que poner a pensar en su planeta o se iría todo al diablo.

La premisa de esta película es la misma, solo que ahora en vez del miedo nuclear, es el calentamiento global. Trata sobre un objeto que se acerca a la tierra, lo que parece ser un asteroide que va a impactar a la tierra, no es más que una nave (o varias de ellas), la cual aterriza en Manhattan (los gringos y su protagonismo), esta nave trae a un extraterrestre y a un robot super avanzado (¿donde he oído eso?), los cuales se dicen amigos de la tierra. Pero antes de ver bien siquiera al alien o de dejarlo hablar, le "sorrajan" un balazo (¿crítica a la pasada administración de EU?); lo que deja ver la naturaleza violenta de los humanos.

El alien, interpretado por Reeves (que sólo tiene que poner su cara inexpresiva) tiene como misión salvar a la tierra, pero de los humanos, por lo que inicia una recolección de espécimenes de animales y en toda la tierra, como si fuera el arca de Noé. Poco después, nos damos cuenta que el robot (que reacciona solo a la violencia) se deshace solito, solo para ver que las partículas del robot, son una especie de termitas de metal, que se comen todo,humanos incluidos, menos las plantas. Así que el destino de la tierra está echado.

Aquí nos dejan ver, como en todas las películas de "Bollywood", que los "gabachos" son los buenos, los que responden por toda la humanidad, los que tienen valores y principios, los buenos, y demás clichés tan mascados por este tipo de cine.

Al final, y se los cuento para que no la vean, la protagonista, la guapa Jenniffer Connelly, convence al señor Klaatu (que así se llama el extraterrestre), de que nos "de chance", que tenemos cosas tan chidas como el amor y de que podemos cambiar si nos lo proponemos. De esta forma nos salvamos de ser caca de termita. Fin.

Una película que revisita tooodos los argumentos del género de ciencia ficción y que para colmo no aporta nada nuevo al mismo, totalmente prescindible.

De plano ya no sé ni que decir, es muy mala; a menos que les sobre dinero y no sepan que hacer con el, vayan a verla; si no absténganse, yo se lo que les digo.


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